En Yamaha han saltado todas las alarmas. Jerez y Le Mans eran dos
pistas en teoría favorables para la marca y sus pilotos, pero los
resultados han sido malos. La sensación es que si Honda los ha batido
ahí, en otros circuitos más desfavorables, como Motorland Aragón, lo
pueden pasar aún peor. Por eso, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi ya han
pedido a la firma japonesa que acelere todo lo que pueda la llegada de
nuevas piezas con las que acercarse al dúo que lidera el campeonato:
Pedrosa y Márquez.
"Más que los puntos de desventaja me preocupa el rendimiento de
nuestra moto. Nos falta un poco en aceleración, también en potencia.
Ahora nos cuesta mucho parar la moto. Al menos, para ritmo de carrera la
M1 es mejor que en las tres carreras anteriores. Espero que las mejoras
lleguen lo antes posible", se quejó el balear en Francia.
El italiano le secunda en sus quejas: "Tenemos que trabajar mucho
contra Honda. Sé que Yamaha está trabajando en la aceleración. Espero
que también en el cambio y llegue pronto".
El mallorquín cree que algunos ajustes puede plantar cara a HRC. "El
Mundial puede cambiar en cualquier momento y podemos ser igual de
favoritos que tras Qatar", se dice para animarse. Tendrán un test tras
la carrera de Montmeló el 17 de junio y dos días a continuación en
Motorland Aragón que deben definir si progresan o no.
Rossi, además, hizo una severa autocrítica: "Estoy sufriendo más de
lo que yo mismo me esperaba. Los tres primeros van mejor que yo. Vengo
de dos años muy difíciles y puede que necesite más tiempo. No tenemos
que pensar en ganar el Mundial sino en ir igual de fuerte que los otros.
Mugello será más importante de lo normal".
Vía Marca
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